600 líderes de Bolivia que firmaron entre 2017 y 2021 El Pacto del Bosque reciben la adhesión de más de 20 organizaciones internacionales que coinciden en la necesidad de encontrar soluciones reales para frenar la alarmante deforestación en Bolivia (Informe Fundación para la Conservación del Bosque Chiquitano – FCBC), causa principal de los incendios forestales que arrasaron con 9,7 millones de hectáreas en el país (Informe Fundación Amigos de la Naturaleza – FAN). El Bosque Seco Chiquitano localizado en el Departamento de Santa Cruz, el más grande del continente, ha sido severamente afectado por la deforestación ligada al desarrollo de actividades agropecuarias extensivas y el incremento en asentamientos irregulares (Deforestación Bajo Paraguá).
Las organizaciones internacionales Action for Bolivia, Birdlife International, Canopée – Forests Vivantes, Changing Markets, Comissão Pastoral da Terra – Brasil, Deutsche Umwelthilfe (DUH), Dogwood Alliance, Earthworm Foundation, Envol Vert, France Nature Environnement (FNE), Global Witness, Justice and Environment, National Wildlife Federation, Notre Affaire à Tous, NRDC, Mighty Earth, Rainforest Foundation USA, Reclaim Finance, Rights and Resources Initiative, Seattle Avocats, Tropenbos International y ZERO – Associação Sistema Terrestre Sustentável unen sus voces en auxilio de los bosques bolivianos adhiriéndose al Pacto del Bosque.
El Pacto del Bosque representa la profunda preocupación que tienen ante la deforestación, líderes de opinión y personalidades de reconocida de trayectoria en Bolivia, entre los que figuran: periodistas, historiadores, artistas, jóvenes independientes, ambientalistas, líderes de pueblos indígenas, políticos, empresarios, cívicos, científicos y académicos y constituye el respaldo a la Plataforma El Llamado del Bosque para buscar acuerdos, alianzas estratégicas y gestionar acciones para conservar el patrimonio natural del país.
Gina Méndez, fundadora de la iniciativa ciudadana El Llamado del Bosque, comentó: “Necesitamos industrias que oferten productos agropecuarios producidos de manera sostenible cuidando el equilibrio de los ecosistemas, dado que existe un mercado internacional emergente para estos commodities – libre de fuego y deforestación – que tienen alta demanda y rentabilidad. Es importante aprender de experiencias exitosas y acuerdos entre gobierno, industria y sociedad civil en Sudamérica que lograron detener la destrucción del patrimonio natural sin socavar el potencial productivo de los países agroexportadores.”
Existen experiencias exitosas de acuerdos entre gobierno, industria y sociedad civil en Sudamérica que lograron detener la destrucción del patrimonio natural sin socavar el potencial exportador de los países agroexportadores.
En el año 2006, las principales comercializadoras de soya de Brasil, el Gobierno brasileño y la sociedad civil firmaron un acuerdo para evitar la expansión de la soya en la selva amazónica y así conservar el pulmón del mundo. Gracias al acuerdo, el área ocupada por el cultivo de soya en la Amazonia brasileña se duplicó, de 1,35 a 3,65 millones de hectáreas (2008-2015), sin que esto haya significado más deforestación, en razón a que la producción se expandió en tierras ya desmontadas.
“Luego del apoyo masivo de personalidades importantes de la sociedad boliviana y el espaldarazo de organizaciones ambientalistas de Europa y Estados Unidos, invitamos públicamente a la industria agropecuaria del país, ANAPO, CAO y FEGASACRUZ, a que se unan a este diálogo abierto que busca una solución duradera para un problema común urgente: la destrucción entre otros, del Bosque Seco Chiquitano,” el bosque más grande y mejor conservado del continente, concluyó Gina Méndez.
Europa mira atenta a la producción agropecuaria responsable y libre de deforestación para satisfacer la creciente exigencia de sus consumidores.
“El apetito voraz del consumidor europeo está alimentando la destrucción de las selvas y bosques de Sudamérica. Sin embargo, gracias al trabajo de organizaciones de la sociedad civil, el ciudadano europeo es cada vez más consciente del impacto negativo de su consumo y está comenzado a exigir a supermercados y restaurantes productos libres de deforestación. Creemos que los sectores agrícolas y ganaderos en Bolivia tienen la oportunidad de producir sin devastar el Bosque Seco Chiquitano y otras áreas boscosas de gran biodiversidad,” subrayó Nico Muzi, director para Europa de la organización ambiental global Mighty Earth, representante de una de las organizaciones firmantes.
La fumigación aérea con un compuesto químico altamente tóxico acabó con los árboles del humedal tropical del Pantanal, en una zona casi una vez y media mayor que la ciudad de Madrid, para crear zonas de pasto para el ganado